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Salud femenina y cannabis medicinal: Cómo tratar el dolor y los síntomas menstruales

Sistema endocannabinoide: La clave para entender el dolor menstrual

El sistema endocannabinoide es una red corporal compuesta por receptores, cannabinoides naturales producidos por el cuerpo y enzimas. Ayuda a controlar innumerables mecanismos de nuestro cuerpo, como la inflamación, el dolor, el apetito, la respiración y el metabolismo. Investigaciones recientes demuestran su importancia en el sistema reproductor femenino.

El sistema endocannabinoide tiene dos tipos principales de receptores: CB1 y CB2. El CB1 se encuentra tanto en el sistema nervioso central como en el periférico y afecta al estado de ánimo, mientras que el CB2 está más en el sistema nervioso periférico e influye en acontecimientos como la función cardiovascular e inmunitaria.

Los analgésicos a base de cannabis interactúan con este sistema, proporcionando potencialmente alivio del dolor. El CB2 desempeña un papel clave en la reducción del dolor inflamatorio crónico. El THC afecta tanto al CB1 como al CB2, mientras que el CBD debilita los efectos psicoactivos del THC. Tanto el THC como el CBD también interactúan con el potencial receptor transitorio (TRP), un grupo de canales iónicos que intervienen en la señalización del dolor, lo que podría aumentar sus propiedades analgésicas.

Las investigaciones sugieren que los receptores CB1 y CB2 se encuentran en el útero, donde pueden afectar a las contracciones musculares. El THC, por ejemplo, puede relajar los músculos uterinos, lo que podría aliviar las molestias menstruales.

El sistema endocannabinoide desempeña un papel vital en la influencia del dolor ginecológico y los trastornos asociados, con especial atención a afecciones como la endometriosis.

En afecciones como la endometriosis, se producen cambios en la actividad del SCE, como el aumento de los niveles de endocannabinoides en el organismo y la reducción de la expresión de los receptores CB1 en las zonas afectadas. Esta desregulación puede contribuir al dolor experimentado en la endometriosis y otros problemas reproductivos.

Los endocannabinoides y cannabinoides, como el THC de las plantas de cannabis, han demostrado ser prometedores para aliviar el dolor a través de diversos mecanismos. Pueden reducir las señales neuronales del dolor y la inflamación activando los receptores CB1 y CB2. La activación de CB2 puede inhibir específicamente la señalización proinflamatoria y aliviar el dolor inflamatorio y neuropático.

El dolor en afecciones como la endometriosis es complejo e implica mecanismos nociceptivos, inflamatorios y neuropáticos, además de factores psicológicos como la ansiedad y el dolor devastador.

Sin embargo, aunque los cannabinoides resultan prometedores para el tratamiento del dolor ginecológico, se necesita más investigación para comprender plenamente su eficacia y seguridad. Los recientes cambios en la normativa sobre el cannabis han facilitado una investigación científica más amplia en este ámbito, lo que ofrece esperanzas de mejorar el tratamiento del dolor en afecciones como la endometriosis.

En resumen, los medicamentos a base de cannabis interactúan con el sistema EC del organismo para reducir potencialmente el dolor al afectar a diversos receptores y canales.

Comprender el dolor menstrual: Una mirada más cercana a la dismenorrea

El dolor menstrual, conocido como dismenorrea, es un problema común entre las adolescentes, que afecta a entre el 50% y el 95% de ellas en todo el mundo.

La dismenorrea primaria, identificada por un dolor abdominal bajo de tipo cólico que puede extenderse a la parte baja de la espalda y los muslos, se produce sin ninguna afección pélvica subyacente. Esta molestia, que suele comenzar unos seis meses después de la primera menstruación y reaparecer con cada ciclo ovulatorio, puede durar entre 8 y 72 horas, y alcanza su punto álgido durante el primer y segundo día del periodo menstrual, debido a los mayores niveles de prostaglandinas.

Los síntomas de la dismenorrea primaria pueden ser graves e incluir náuseas, vómitos, diarrea, dolor lumbar, migrañas, mareos, fatiga, insomnio y, a veces, desmayos y fiebre. Estos síntomas se deben a que las prostaglandinas afectan a los músculos lisos, intensificando el dolor y las molestias durante la menstruación. La gravedad de los síntomas suele estar relacionada con factores como el inicio precoz de la menstruación, periodos prolongados y flujo abundante, lo que subraya la necesidad de estrategias eficaces para controlar tanto el dolor como los síntomas asociados.

El tratamiento típico consiste en fármacos antiinflamatorios, pero a menudo deben administrarse en dosis más altas para que sean eficaces, lo que puede provocar efectos secundarios como problemas estomacales e intestinales.

Los cannabinoides, que han sido utilizados históricamente por las mujeres para aliviar el dolor menstrual, se dirigen al SCE, que desempeña un papel tanto en el dolor como en el sistema reproductivo. El SCE tiene unos receptores llamados CB1 y CB2, que pueden interactuar con los cannabinoides del cáñamo para reducir la inflamación. Estos receptores se encuentran en todo el tejido uterino, lo que los convierte en un buen objetivo para que los cannabinoides alivien el dolor. Las investigaciones sugieren que el uso de cannabinoides de esta forma podría aliviar el dolor menstrual sin los efectos secundarios de los tratamientos tradicionales.

Aunque los productos de higiene menstrual han experimentado avances, como los tampones, sigue siendo necesario mejorarlos. Algunas mujeres sufren molestias y efectos secundarios, como sequedad vaginal o irritación.

Una nueva idea son los tampones con CBD, que podrían aliviar el dolor con menos efectos secundarios que los antiinflamatorios. Estos tampones se han sometido a rigurosas pruebas de seguridad, cumpliendo las normas de la FDA para confirmar su seguridad de uso.

Este estudio pretende explorar la eficacia y facilidad de uso de los tampones con CBD como tratamiento alternativo para el dolor menstrual.

Ciclo mensual: Explorando el sufrimiento del dolor menstrual

Impacto en la vida cotidiana

El dolor menstrual, conocido como dismenorrea, puede alterar significativamente las actividades diarias, afectando tanto a la asistencia a la escuela como al trabajo. En un estudio realizado en Portugal, el 8,1% de las chicas declararon faltar a la escuela o al trabajo debido al dolor menstrual, y las actividades diarias se vieron afectadas en un asombroso 65,7% de los casos. A pesar de estos problemas, sólo el 27,9% buscó ayuda médica. La dismenorrea no sólo afecta al rendimiento académico, incluida la concentración y la participación en deportes y actividades sociales, sino que también influye en la tolerancia al dolor y altera los patrones de sueño. Según la Encuesta sobre la Mujer y el Sueño de la Fundación Nacional del Sueño, el dolor menstrual perturba el sueño durante los primeros días de la menstruación para muchas mujeres, con un 28% que declara haber interrumpido el sueño debido al dolor.

Identificar la causa

Es crucial diagnosticar con precisión la causa del dolor menstrual antes de atribuirlo únicamente a la dismenorrea primaria. La dismenorrea secundaria, que se asocia a afecciones pélvicas subyacentes, suele presentar síntomas que aparecen más tarde que la dismenorrea primaria, normalmente más de dos años después de la menarquia. Este tipo de dismenorrea puede ir acompañada de otros síntomas ginecológicos, como hemorragias uterinas anormales, y el dolor puede persistir más allá de la menstruación. La endometriosis y la adenomiosis son causas frecuentes de dismenorrea secundaria, que se describen por la presencia de tejido endometrial fuera del útero o dentro del miometrio, respectivamente.

Diagnóstico del dolor menstrual

Para evaluar adecuadamente el dolor menstrual, es esencial realizar una historia clínica y una exploración física exhaustivas para descartar enfermedades pélvicas. La historia clínica debe abarcar diversos aspectos, como los antecedentes menstruales, las características del dolor, los tratamientos previos, los antecedentes familiares de dismenorrea, los antecedentes sexuales y una revisión de los sistemas. Los exámenes pélvicos se recomiendan para las adolescentes sexualmente activas, las mujeres con dolor intenso o limitaciones de la actividad, y los casos en que han fracasado los tratamientos iniciales. Estos exámenes implican la inspección de la zona genital externa, la realización de un examen con espéculo para evaluar la presencia de anomalías anatómicas o signos de infección, y la realización de un examen bimanual para evaluar el útero y las estructuras circundantes en busca de cualquier anomalía o masa sugestiva de afecciones subyacentes como endometriosis o fibromas.

En los casos en los que se sospecha una enfermedad pélvica basándose en la historia clínica y la exploración física, pueden ser necesarias otras investigaciones como la ecografía transvaginal, la resonancia magnética y posiblemente la laparoscopia para determinar las causas subyacentes de la dismenorrea secundaria.

El cannabis medicinal como solución terapéutica para el dolor menstrual

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) suelen ser la primera opción para tratar la dismenorrea. Estos fármacos, introducidos en 1969, revolucionaron el tratamiento del dolor al hacer ampliamente accesibles los medicamentos antiinflamatorios. Los AINE actúan inhibiendo la ciclooxigenasa (COX), una enzima implicada en la síntesis de prostaglandinas. Al reducir los niveles de prostaglandinas, los AINE disminuyen las contracciones uterinas, aliviando así las molestias.

Los estudios han demostrado que iniciar el tratamiento con AINE 1-2 días antes de la menstruación puede aumentar su eficacia. Sin embargo, los AINE pueden provocar efectos adversos como problemas gastrointestinales, dolores de cabeza y somnolencia, con una tasa de fracaso estimada entre el 20% y el 25%.

El cannabis medicinal ha ganado atención como posible solución terapéutica para el dolor menstrual, ofreciendo una alternativa a tratamientos tradicionales como los AINE y los anticonceptivos. El cannabis contiene unos compuestos llamados cannabinoides, entre los que destacan el tetrahidrocannabinol y el cannabidiol, que interactúan con el sistema endocannabinoide del organismo para modular la percepción del dolor y la inflamación.

Una forma en que el cannabis puede aliviar el dolor menstrual es reduciendo la liberación de prostaglandinas, implicadas en las contracciones uterinas y las molestias asociadas. Se ha demostrado que el THC, el componente psicoactivo del cannabis, tiene propiedades analgésicas, lo que podría atenuar la sensación de dolor. El CBD, por su parte, tiene efectos antiinflamatorios, lo que podría ayudar a aliviar la inflamación subyacente que contribuye al dolor menstrual.

Además, el cannabis puede ofrecer beneficios que van más allá del alivio del dolor. Muchas mujeres experimentan síntomas como náuseas, dolores de cabeza y cambios de humor durante la menstruación, que el cannabis puede ayudar a aliviar gracias a sus propiedades antieméticas, analgésicas y ansiolíticas. Además, algunos estudios sugieren que el cannabis puede mejorar la calidad del sueño, que a menudo se ve alterada por el dolor menstrual.

Es importante destacar que el cannabis medicinal puede resultar especialmente atractivo para las mujeres que no responden bien o no toleran los tratamientos tradicionales, como los AINE o los anticonceptivos hormonales. Mientras que los AINE pueden causar problemas gastrointestinales y otros efectos secundarios, y los anticonceptivos hormonales pueden conllevar riesgos como la trombosis venosa, el cannabis puede ofrecer una alternativa más segura para algunas personas.

Sin embargo, es crucial tener en cuenta las posibles incertidumbres que rodean el uso del cannabis medicinal. Además, la normativa y la accesibilidad varían mucho, y se necesita más investigación para comprender plenamente la eficacia, la seguridad y la dosis adecuada de cannabis para el dolor menstrual.

En conclusión, el cannabis medicinal se muestra prometedor como opción terapéutica para el dolor menstrual, ofreciendo beneficios potenciales en el alivio del dolor, la reducción de la inflamación y el tratamiento de los síntomas. Aunque puede presentar ventajas para las personas que no responden bien a los tratamientos convencionales, es necesario considerar cuidadosamente los riesgos y las incertidumbres antes de incorporar el cannabis a las estrategias de tratamiento del dolor menstrual.

Dosificar el alivio: Encontrar el equilibrio adecuado con el cannabis medicinal para el dolor menstrual

Al considerar el cannabis medicinal para el tratamiento del dolor menstrual, es esencial consultar con un profesional de la salud con conocimientos sobre su uso. Este profesional puede orientarle a la hora de elegir los productos adecuados y la dosis adaptada a las necesidades individuales. Los productos de cannabis medicinal que contienen THC y CBD, o predominantemente CBD, han demostrado ser prometedores para aliviar el dolor menstrual debido a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Los productos tópicos como cremas o parches aplicados directamente en el bajo vientre pueden ofrecer un alivio localizado de los calambres. Alternativamente, los productos orales como cápsulas, tinturas o comestibles pueden proporcionar un alivio sistémico del dolor.

La dosis adecuada de cannabis medicinal varía en función de factores como la tolerancia del individuo, el peso corporal, el metabolismo y el producto específico utilizado. Se recomienda empezar con una dosis baja y aumentarla gradualmente según sea necesario para minimizar los posibles efectos secundarios y determinar la dosis óptima para aliviar los síntomas. Además, es importante tener en cuenta la proporción THC:CBD, ya que las concentraciones más altas de THC pueden causar efectos psicoactivos, mientras que las concentraciones más altas de CBD pueden ofrecer un alivio más sutil sin intoxicación.

En última instancia, trabajar estrechamente con un profesional sanitario con experiencia en cannabis medicinal puede ayudar a garantizar un uso seguro y eficaz para tratar el dolor menstrual. Pueden ofrecer recomendaciones personalizadas basadas en el historial médico individual y los objetivos del tratamiento.

Dolor menstrual: terapéutica tradicional

El objetivo principal del tratamiento del dolor menstrual es proporcionar un alivio eficaz al tiempo que se mejora la calidad de vida. Las opciones de tratamiento para la dismenorrea primaria incluyen intervenciones farmacológicas, no farmacológicas y quirúrgicas.

Tratamientos farmacológicos

Antiinflamatorios no esteroideos (AINE): Estos fármacos son la primera línea de tratamiento para el dolor menstrual. Actúan reduciendo la producción de prostaglandinas, con lo que disminuyen las contracciones uterinas y el volumen menstrual. Los AINE son más eficaces cuando se toman antes de la aparición de los síntomas y se mantienen durante tres días. Aunque en general se toleran bien, pueden provocar síntomas gastrointestinales como náuseas y ardor de estómago.

Anticonceptivos hormonales: Los anticonceptivos orales combinados, las píldoras de progestágeno solo y los dispositivos hormonales como los dispositivos intrauterinos liberadores de levonorgestrel (SIU) se utilizan para suprimir la ovulación y reducir el flujo menstrual, aliviando así la dismenorrea. El uso continuado suele ser más eficaz que el cíclico.

Otros medicamentos: Los tocolíticos como el óxido nítrico y los bloqueantes de los canales de calcio, las vitaminas y los ácidos grasos omega-3 se han mostrado prometedores para aliviar el dolor menstrual. Aunque se necesitan más investigaciones para establecer su eficacia y seguridad.

Tratamientos no farmacológicos

Cambios en el estilo de vida: Adoptar un estilo de vida saludable con una nutrición adecuada, ejercicio regular, dejar de fumar y un consumo limitado de alcohol puede ayudar a aliviar el dolor menstrual.

Calor tópico: La aplicación de calor en la parte inferior del abdomen puede proporcionar un alivio eficaz y barato de los dolores menstruales.

Acupuntura y acupresión: Estas terapias alternativas pueden ofrecer alivio del dolor menstrual al estimular las fibras nerviosas y liberar endorfinas y serotonina, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar su eficacia.

Intervención quirúrgica

Rara vez se considera la cirugía y sólo en casos graves refractarios a la terapia convencional. En casos seleccionados, pueden considerarse procedimientos como la ablación laparoscópica del nervio uterosacro (LUNA), la neurectomía presacra (PSN) y la histerectomía, pero se necesita más investigación para establecer su seguridad y eficacia.

En general, el enfoque terapéutico del dolor menstrual debe individualizarse en función de los síntomas, la historia clínica y las preferencias de la paciente, para proporcionar un alivio eficaz del dolor y mejorar la calidad de vida.

Estrategias para controlar el dolor menstrual y mejorar el bienestar

Para controlar el dolor menstrual y mejorar el bienestar general, es necesario un enfoque integral. Junto a los tratamientos tradicionales como los AINE y los anticonceptivos hormonales, la integración de estrategias como los ajustes del estilo de vida, las técnicas de control del estrés y las terapias alternativas pueden ofrecer un alivio holístico. El cannabis medicinal se perfila como una posible terapia complementaria para el dolor menstrual, gracias a sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias impulsadas por los cannabinoides THC y CBD.

Las modificaciones del estilo de vida desempeñan un papel crucial en el alivio de las molestias menstruales. El ejercicio regular, una nutrición equilibrada, la hidratación y un sueño adecuado son componentes clave. Evitar desencadenantes como la cafeína, el alcohol y el tabaco también puede ayudar a reducir los síntomas. Las técnicas de control del estrés, como la respiración profunda, la meditación, el yoga o el tai chi, son eficaces para mitigar la exacerbación del dolor menstrual inducida por el estrés.

La terapia con calor, mediante almohadillas térmicas, baños calientes o bolsas de agua caliente, proporciona un alivio inmediato al relajar los músculos uterinos. La acupuntura y la acupresión, terapias tradicionales chinas, favorecen el flujo sanguíneo y liberan endorfinas, aliviando el dolor menstrual. El cannabis medicinal, en particular las fórmulas ricas en CBD, resulta prometedor para reducir la inflamación y el dolor, aunque es necesario seguir investigando sobre la dosis óptima y los efectos a largo plazo.

Las prácticas mentales y corporales, como la meditación consciente y la relajación muscular progresiva, pueden ayudar a controlar el dolor al favorecer la relajación. Algunos suplementos dietéticos, como el magnesio, los ácidos grasos omega-3 y la vitamina E, se han estudiado por su potencial para reducir el dolor menstrual, pero las pruebas que apoyan su eficacia son limitadas. Es crucial consultar con un profesional sanitario antes de incorporar cualquier régimen de suplementación.

Integrando estas estrategias en un plan personalizado de tratamiento del dolor menstrual, las personas pueden encontrar alivio y mejorar su bienestar general. Sin embargo, se debe tener precaución al considerar el cannabis medicinal, garantizando la orientación de un proveedor de atención médica, especialmente en lo que respecta a las consideraciones legales y de seguridad.

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