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Resumen de la investigación clínica sobre los trastornos de ansiedad y el cannabis medicinal

05 de agosto de 2024 por SOMAÍ Pharmaceuticals
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Los trastornos más comunes son el trastorno de ansiedad social (TAS) y la fobia específica (PE), con aproximadamente 264 millones de personas afectadas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, y un número creciente de casos notificados. Por lo general, las mujeres son más propensas a desarrollar trastornos emocionales, con un inicio durante la adolescencia, y también tienen más probabilidades que los hombres de padecer un trastorno de ansiedad. 

Los trastornos de ansiedad (TA) son una de las principales causas de discapacidad entre las afecciones mentales, y se definen por un exceso de preocupación, hiperactivación y miedo que resulta contraproducente y debilitante. 

El creciente reconocimiento de la carga que los trastornos de ansiedad suponen para los pacientes, unido a las implicaciones de una enfermedad no tratada, ha despertado un mayor interés por la investigación de estos trastornos. Si no se atiende, el EA puede dar lugar al desarrollo de otros tipos de trastornos de ansiedad o del estado de ánimo, así como conducir al abuso de sustancias, lo que dificulta el tratamiento y aumenta el riesgo de suicidio. 

Las investigaciones demuestran que los trastornos de ansiedad no se identifican hasta en el 50% de las personas afectadas. Esto se debe a que el diagnóstico se basa principalmente en los síntomas autoinformados por el paciente o con una evaluación clínica. En consecuencia, el infradiagnóstico y las dificultades de tratamiento han sido problemas importantes. Sin embargo, se está desarrollando un nuevo enfoque que utiliza biomarcadores para los trastornos de ansiedad, lo que podría mejorar el diagnóstico y nuestra comprensión de la enfermedad.

También es importante establecer la diferencia entre miedo y ansiedad, siendo el miedo una respuesta de alarma ante un peligro presente o inminente (real o percibido), mientras que la ansiedad es un estado de ánimo orientado al futuro y asociado a la preparación para posibles acontecimientos negativos venideros.

Trastornos de ansiedad (TA) y cannabis

Como ya se ha mencionado, los trastornos de ansiedad son enfermedades mentales incapacitantes caracterizadas por sentimientos persistentes de miedo, incertidumbre y preocupación, que suelen aparecer antes de la edad adulta. Como grupo, los trastornos de ansiedad constituyen el más prevalente de todos los trastornos mentales y la mayoría de las veces coexisten con otras afecciones como la depresión, el consumo de sustancias, los trastornos de la personalidad, así como varias afecciones médicas, como el hipertiroidismo, las enfermedades cardiovasculares y el asma. 

Regiones cerebrales afectadas por la ansiedad

Nuestros cerebros orquestan complejas respuestas al mundo que nos rodea, y las distintas regiones del cerebro desempeñan diferentes funciones

Amígdala basolateral (BLA): Esta región es un detector de amenazas. Recibe información sensorial (como una imagen o un sonido asociados a un peligro pasado) y la integra con recuerdos y motivaciones. A continuación, la BLA asigna una valencia emocional (positiva o negativa) y desencadena respuestas como la de lucha o huida a través de regiones cerebrales conectadas.

Corteza prefrontal medial (CPFm): La CPFm regula las respuestas emocionales. Regula diversos comportamientos, incluida nuestra respuesta a la ansiedad.

El córtex cingulado anterior dorsal (dACC), una parte del CPFm, amplifica las señales de miedo procedentes de la amígdala, lo que puede intensificar la respuesta de ansiedad.

Por el contrario, el córtex prelímbico ventral (vPFC), otra parte del mPFC, actúa como un "regulador de intensidad" para la amígdala, ayudando a calmarla.

Hipocampo ventral (HV): El hipocampo ventral también desempeña un papel en las emociones y el procesamiento de los recuerdos, especialmente los relacionados con situaciones nuevas y entornos sociales. Ante una situación desconocida o socialmente amenazante, el VH puede desencadenar respuestas de ansiedad.

Amígdala Central (CeA) y Núcleo Lecho de la Estría Terminal (BNST): Estas regiones transmiten señales entre la amígdala, el CPFm y otras áreas cerebrales. Influyen en las respuestas emocionales, la liberación de hormonas y los comportamientos asociados a la ansiedad.

Corteza insular (INS): Se cree que la corteza insular participa en la anticipación de la ansiedad. Integra la información sensorial del cuerpo (como la aceleración del corazón) con los estados emocionales, lo que puede contribuir a la sensación de aprensión ansiosa.

Núcleo Paraventricular del Hipotálamo (PVN): Cuando se desencadena por la ansiedad, el PVN activa el eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal (HPA), lo que provoca la liberación de hormonas del estrés como el cortisol. Estas hormonas pueden exacerbar aún más los síntomas de ansiedad.

Debido a su elevada prevalencia y al hecho de que estas enfermedades repercuten en el estado funcional y la calidad de vida de las personas, la necesidad de tratamientos eficaces es crucial. Los tratamientos de primera línea para trastornos de ansiedad como el trastorno de pánico (TP), el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y el trastorno de ansiedad social (TAS) actúan aumentando los niveles de serotonina y/o norepinefrina en el cerebro, sustancias químicas que influyen en el estado de ánimo y la regulación emocional.

Resumen de los tratamientos de primera línea para los trastornos de ansiedad

Clase de medicamentoTrastorno(s) de ansiedadCómo funcionaEjemplos
ISRS o IRSNEP, TAG, TASAumentar los niveles de serotonina y/o norepinefrinaEscitalopram (Lexapro), Duloxetina (Cymbalta)
Antidepresivos tricíclicos (ATC) (menos comunes)PDAumentar los niveles de serotonina y norepinefrinaClomipramina, Imipramina
Buspirona (para el TAG como tratamiento complementario)GADActúa sobre diferentes sustancias químicas cerebrales que los ISRS/ISRSNBuspirona
Benzodiacepinas (para uso a corto plazo)EP, TAG, TASPotencian los efectos del GABA, un neurotransmisor calmanteAlprazolam (Xanax), Lorazepam (Ativan)

La necesidad de nuevos medicamentos es grande en todo el espectro de enfermedades, por lo que los cannabinoides han acaparado la atención por su potencial terapéutico tanto para afecciones médicas como psiquiátricas. 

Un científico está comprobando y analizando un experimento cannabis sativa , planta de cáñamo para el aceite de cbd farmacéutica a base de hierbas en un laboratorio

El descubrimiento del sistema endocanabinoide (SCE) en la década de 1990 suscitó un renovado interés por la planta Cannabis Sativa , utilizada por sus propiedades medicinales desde la antigüedad. El SCE está formado por tres componentes principales: 

Receptores cannabinoides: Son estructuras proteínicas incrustadas en las membranas celulares, que actúan como estaciones de acoplamiento para las moléculas cannabinoides. Los dos receptores mejor caracterizados son:

Receptor CB1: Localizado principalmente en el sistema nervioso central (SNC) y en el sistema nervioso periférico, está muy implicado en funciones como la memoria, el estado de ánimo, la percepción del dolor, el movimiento y el apetito.

Receptor CB2: Predominante en el sistema inmunitario y los tejidos periféricos, interviene en la inflamación, la salud ósea y la función intestinal.

Endocannabinoides: Son moléculas cannabinoides producidas de forma natural por el organismo. Los dos endocannabinoides principales son:

Anandamida (AEA): A menudo apodada la "molécula de la felicidad", influye en el estado de ánimo, la memoria y la percepción del dolor.

2-Araquidonilglicerol (2-AG): Interviene en la regulación del dolor, el control del apetito y la inflamación.

Enzimas: Estas moléculas descomponen los endocannabinoides después de que ejerzan sus efectos, asegurando que el sistema mantenga un estado equilibrado.

El sistema endocannabinoide regula una amplia gama de funciones fisiológicas:

Sistema nervioso central: Memoria, aprendizaje, estado de ánimo, emociones, percepción del dolor, control del movimiento y sueño.

Sistema inmunitario: Inflamación, función de las células inmunitarias y modulación del dolor.

Sistema digestivo: Control del apetito, motilidad intestinal y náuseas.

Aparato reproductor: Fertilidad, embarazo y parto.

Salud ósea: Densidad y remodelación ósea.

Salud de la piel: Cicatrización de heridas e inflamación.

Las moléculas cannabinoides con potencial terapéutico se dividen en tres grupos principales:

Endocannabinoides: Como se mencionó anteriormente, estos son producidos naturalmente por el cuerpo. 

Fitocannabinoides: Son cannabinoides derivados de la planta de cannabis, siendo los más conocidos:

Tetrahidrocannabinol (THC): El componente psicoactivo responsable del "subidón" asociado al consumo de cannabis. Interactúa principalmente con los receptores CB1, influyendo en el estado de ánimo, la percepción del dolor y el apetito.

Cannabidiol (CBD): Un cannabinoide no psicoactivo con una amplia gama de beneficios terapéuticos potenciales. Interactúa con varios receptores del organismo, incluidos los CB1 y CB2, y se cree que ejerce sus efectos a través de mecanismos indirectos.

Cannabinoides sintéticos: Estos compuestos artificiales están diseñados para imitar los efectos de los cannabinoides naturales. Pueden ser muy específicos para determinados receptores, lo que ofrece ventajas potenciales para el tratamiento específico.

Se está investigando el potencial terapéutico de los cannabinoides con resultados prometedores para diversas afecciones como:

  • Trastornos neurológicos: Para controlar los síntomas de la epilepsia, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer.
  • Dolor crónico: Tanto el THC como el CBD han demostrado ser prometedores para aliviar dolencias crónicas como el dolor neuropático, las migrañas y el dolor asociado a la artritis.
  • Náuseas y vómitos: El THC es eficaz para reducir las náuseas y los vómitos asociados a la quimioterapia y otros tratamientos médicos.
  • Glaucoma: El THC puede ayudar a reducir la presión intraocular, un factor de riesgo para la progresión del glaucoma.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal (EII): El CBD puede ofrecer beneficios en el manejo de los síntomas de la EII, como la inflamación y el dolor abdominal.

Además de las afecciones mencionadas, también se están explorando los efectos potenciales en los trastornos de salud mental, con algunos estudios que presentan pruebas bastante consistentes de una reducción de la sintomatología de la ansiedad con el uso de terapias con cannabinoides. 

La tabla resume los resultados de los estudios sobre los efectos del tratamiento con cannabinoides para los trastornos de ansiedad.

Efecto observadoEstudios
Reducción de los síntomas de ansiedadCrippa et al., 2011; Zuardi et al., 1982; Fabre et al., 2012; Jetly et al., 2015; Roitman et al., 2013; Bergamaschi et al., 2011; Shannon & Opila-Lehman, 2016.
Mejora de la calidad del sueñoRoitman y otros, 2013
Reducción de las pesadillasCameron et al., 2014; Fraser et al., 2010
Aumento de las puntuaciones de la Impresión Clínica Global (IGC)Jetly et al., 2015
Reducción del insomnio autodeclaradoFraser y otros, 2010
Reducción de la ansiedad subjetivaCrippa et al., 2011; Bergamaschi et al., 2011
Cambios en la actividad cerebralCrippa et al., 2011

Nota:

  • Algunos estudios no informaron de efectos ansiolíticos significativos (Glass et al., 2015).
  • Un estudio informó de un empeoramiento de los síntomas del TEPT con el consumo de cannabinoides (Greer et al., 2009).

El sistema endocannabinoide (eCB) desempeña un papel importante en la ansiedad, ya que equilibra las señales tranquilizadoras y activadoras. 

El papel de los eCBs en la ansiedad:

Endocannabinoides (eCB): Moléculas producidas por el cuerpo que imitan los efectos de los cannabinoides que se encuentran en el cannabis. Como ya se ha dicho, los dos principales eCB son la anandamida (AEA) y el 2-AG.

Receptores cannabinoides (CB1 y CB2): los eCB se unen a estas proteínas receptoras localizadas en las células nerviosas de todo el cerebro y el cuerpo. Los receptores CB1 son especialmente abundantes en las regiones cerebrales implicadas en la regulación de la ansiedad.

Mantenimiento de la homeostasis: El sistema eCB ayuda a mantener el equilibrio (homeostasis) influyendo en la actividad de las neuronas. Cuando el cuerpo experimenta estrés o ansiedad, el sistema eCB se activa, liberando eCB que se unen a los receptores CB1. En general, esto inhibe la liberación de neurotransmisores que excitan las neuronas, lo que provoca un efecto calmante.

Las complejidades de la acción eCB:

Anandamida (AEA): A menudo denominada la "molécula de la felicidad", la AEA es crucial para regular la ansiedad. Actúa como "guardián" de la aparición de la ansiedad.

En condiciones normales, la AEA mantiene la ansiedad bajo control.

Sin embargo, tras la exposición al estrés, la actividad de la AEA disminuye, lo que puede contribuir al desarrollo de la ansiedad.

2-AG: Este eCB tiene una función más compleja.

Puede tener algunos efectos calmantes tras la exposición inicial al estrés.

Sin embargo, en situaciones de estrés crónico, los niveles de 2-AG también podrían ser elevados, lo que podría contribuir a mantener la ansiedad elevada.

Alteraciones en el sistema eCB y ansiedad:

  • Los estudios sugieren que las alteraciones en la señalización de los receptores CB1 pueden provocar un aumento de los comportamientos similares a la ansiedad.
  • El propio estrés crónico puede alterar la señalización de los eCB, afectando especialmente a la actividad de los AEA en regiones cerebrales como la amígdala, el CPFm y el hipocampo. Esto puede explicar por qué el estrés crónico se relaciona a menudo con un aumento de la ansiedad.

La relación de los cannabinoides y la ansiedad

Los cannabinoides, incluidos los que se encuentran en el cannabis (fitocannabinoides) y los que produce el organismo (endocannabinoides), interactúan con el sistema eCB de forma que pueden influir en la ansiedad. Sin embargo, los efectos son complejos y dependen de varios factores:

Tipo de cannabinoide:

THC (tetrahidrocannabinol): El compuesto psicoactivo del cannabis tiene un efecto bifásico sobre la ansiedad:

Las dosis bajas pueden ser ansiolíticas (reductoras de la ansiedad) al imitar los efectos de la AEA y activar los receptores CB1.

Las dosis altas pueden ser ansiógenas (inductoras de ansiedad), posiblemente debido a la sobreestimulación de los receptores CB1 o a la afectación de otros sistemas cerebrales.

CBD (Cannabidiol): Este cannabinoide no psicoactivo puede contrarrestar los efectos ansiolíticos del THC y potencialmente tiene sus propias propiedades ansiolíticas. Puede conseguirlo mediante:

Amplifica la actividad del receptor 5-HT1A, otro importante actor en la regulación de la ansiedad.

Impulso de la señalización de la AEA mediante la inhibición de su descomposición.

Dosis: Como ya se ha mencionado, la dosis de un cannabinoide desempeña un papel crucial. Las dosis bajas de THC pueden calmar, mientras que las dosis altas pueden provocar ansiedad. El CBD también parece tener una curva dosis-respuesta en forma de campana, siendo las dosis moderadas las más eficaces para la ansiedad.

  • Diferencias individuales: Las personas varían en su sensibilidad a los cannabinoides y su actividad eCB basal. Esto puede influir significativamente en cómo experimentan la ansiedad cuando consumen productos del cannabis. Factores como el sexo, el historial de estrés y la genética también influyen.
  • Regiones cerebrales afectadas: Las distintas regiones cerebrales implicadas en la ansiedad pueden responder de forma diferente a los cannabinoides.

Referencias

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Ensayos clínicos

Título del estudioURL del estudioCondicionesTipo de estudio
Exploración de la percepción médica de los beneficios, el consumo y el interés por los psicodélicos y los cannabinoideshttps://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9567237/TEPT, Ansiedad, Trastornos de Ansiedad, Depresión, Trastorno Depresivo, Psicológico, Experiencias Psicodélicas, Dependencia de Drogas PsicodélicasOBSERVACIÓN
Ansiedad, inflamación y estréshttps://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT03549819Ansiedad, Trastornos de ansiedad, Ansiedad generalizada, Ansiedad crónica, Inflamación, Respuesta inflamatoriaOBSERVACIÓN
Cannabis para los síntomas del cáncerhttps://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT03948074Dolor, Náuseas, Ansiedad, Alteraciones del SueñoINTERVENCIONISTA
Cannabinoides para el tratamiento de los trastornos de ansiedad: Un estudio piloto de 8 semanashttps://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT02548559Trastorno de ansiedad generalizada, Trastorno de ansiedad social, Trastorno de pánico, AgorafobiaINTERVENCIONISTA
Efectos de la marihuana en los síntomas del TOChttps://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7423713/Trastorno obsesivo-compulsivoINTERVENCIONISTA
Premedicación anestésica con un extracto de cannabis (Cannapremed)https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29582946/Dolor, Postoperatorio, Náuseas y Vómitos Postoperatorios, AnsiedadINTERVENCIONISTA
Pruebas reales de los resultados del cannabis medicinal comunicados por los pacientes (MC-RWE)https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8688379/Dolor, sueño, ansiedad, depresión, epilepsiaOBSERVACIÓN
Cannabis para los cuidados paliativos del cáncerhttps://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31810437/Sueño, ansiedad, depresión, dolorINTERVENCIONISTA
Síntomas de ansiedad en relación con el consumo de cannabidiol (CBD) de espectro completo derivado del cáñamohttps://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9628346/Trastorno de ansiedad generalizadaOBSERVACIÓN
Aceite de CBD para reducir el impacto emocional de la COVID-19https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2782994Ansiedad Depresión, Abuso de Alcohol, Abuso de Sustancias, Ira, Alteración del Sueño, Reacción al EstrésINTERVENCIONISTA
Registro de Observación del Cáñamo y el Cannabis (JULI)https://classic.clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT06219629Dolor crónico, trastornos del apetito, neuropatía, síndrome menopáusico, ansiedad, trastornos del sueño, náuseasOBSERVACIÓN
Los resultados obligan a la integración nacional del cannabis como medicamentohttps://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT03944447Dolor Crónico, Síndrome de Dolor Crónico, Dolor Crónico Debido a Lesiones, Dolor Crónico Debido a Traumatismos, Fibromialgia, Convulsiones, Hepatitis C, Cáncer, Enfermedad de Crohn, VIH/SIDA, Esclerosis Múltiple, Lesión Cerebral Traumática, Anemia Falciforme, Trastorno de Estrés Postraumático, Síndrome de Tourette, Colitis Ulcerosa, Glaucoma, Epilepsia, Enfermedades Inflamatorias Intestinales, Enfermedad de Parkinson, Esclerosis Lateral Amiotrófica, Encefalopatía Traumática Crónica, Ansiedad, Depresión, Insomnio, Autismo, Trastorno por Uso de Opiáceos, Trastorno Bipolar, Covid19, Infección por SARS-CoV, COVID-19, Infección por Corona Virus, CoronavirusINTERVENCIONISTA

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