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Mejorar la calidad de vida: Cannabis medicinal para personas mayores

Mejorar la calidad de vida: Cannabis medicinal para personas mayores

Factores como la legalización, el cambio de percepciones y los cambios demográficos han provocado un aumento del consumo de cannabis entre los adultos mayores, lo que subraya la necesidad de comprender su impacto en las aplicaciones sanitarias. Aunque muchos ancianos recurren al cannabis medicinal por los beneficios terapéuticos que perciben, las investigaciones sugieren que puede tratar eficazmente afecciones como el dolor, las náuseas, la espasticidad y los trastornos del sueño. Sin embargo, el consumo de cannabis también conlleva posibles efectos adversos, lo que se traduce en una mayor utilización de los servicios sanitarios, incluidas las visitas a urgencias y las hospitalizaciones, sobre todo entre los consumidores medicinales.

Analizando los datos de la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud (2015-2019), los investigadores exploraron la asociación entre el consumo de cannabis y la utilización de la asistencia sanitaria en adultos mayores de 50 años. Descubrieron que los consumidores de cannabis en el último año tenían tasas más altas de visitas a urgencias y hospitalizaciones, pero después de los ajustes, estas tasas no diferían significativamente de las de los no consumidores. Los consumidores exclusivamente medicinales tuvieron más visitas a urgencias que los no medicinales, lo que pone de relieve el impacto del cannabis medicinal en la utilización de la asistencia sanitaria.

Estos resultados subrayan la necesidad de abordar las necesidades sanitarias de los consumidores de cannabis de más edad. Los profesionales sanitarios deben comprender las implicaciones del consumo de cannabis, educar a los pacientes sobre sus riesgos y beneficios y proporcionar medidas sanitarias preventivas. Pueden ser necesarios servicios especializados de salud conductual, especialmente para aquellos con trastornos mentales concurrentes. Se necesita más investigación para explorar los efectos a largo plazo del consumo de cannabis en los resultados de la atención sanitaria y desarrollar intervenciones específicas para los adultos mayores. En general, el cannabis medicinal es prometedor para abordar problemas de salud comunes entre las personas mayores y mejorar su calidad de vida cuando se utiliza bajo la orientación adecuada.

Tratamiento con cannabis de diversos síntomas en adultos mayores

El uso de cannabis medicinal en adultos mayores presenta una opción terapéutica prometedora, aunque compleja, para síntomas como el dolor crónico y las dificultades para conciliar el sueño, especialmente cuando las terapias convencionales resultan insuficientes. Sin embargo, la actual falta de pruebas sólidas sobre su eficacia y seguridad en este grupo demográfico requiere un enfoque cuidadoso. El estudio "Se implementó un protocolo de tratamiento pragmático para el cannabis medicinal en adultos mayores" rastreó los resultados durante seis meses, siguiendo prospectivamente a pacientes consecutivos mayores de 65 años desde abril de 2017 hasta octubre de 2018. Entre 184 pacientes mayores de 65 años, la adherencia al tratamiento fue favorable, con un 58,1% que continuó consumiendo cannabis al final del estudio. Los eventos adversos, predominantemente mareos y somnolencia/fatiga, fueron reportados por el 33,6% de los pacientes.

No obstante, una proporción significativa (84,8%) declaró una mejoría de su estado general. Dadas las complejidades de la polifarmacia, los cambios farmacocinéticos y el mayor riesgo cardiovascular en los adultos mayores, el cannabis medicinal debe prescribirse con precaución y evaluaciones personalizadas de riesgos y beneficios. El seguimiento continuo de la eficacia y los efectos adversos es esencial para garantizar un uso seguro y eficaz en esta población.

El aumento del consumo de cannabis medicinal es notable en todo el mundo, y las normativas varían de un país a otro, lo que condiciona la práctica médica. A pesar del optimismo público sobre el potencial terapéutico del cannabis, las pruebas en la literatura médica son insuficientes. Contrariamente a la creencia popular, los adultos mayores recurren cada vez más al cannabis medicinal, con tasas de uso que oscilan entre el 7% y más de un tercio en diferentes países, y el uso recreativo entre los adultos mayores está aumentando, especialmente en los Estados Unidos.

El objetivo de la medicina geriátrica es aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida, abordando problemas comunes como el dolor crónico, la enfermedad de Parkinson, la depresión, los trastornos del sueño y la desnutrición. Los tratamientos convencionales para estas afecciones suelen entrañar graves riesgos para la salud, lo que ha llevado a reevaluarlos, sobre todo por la preocupación que suscitan las muertes relacionadas con los opiáceos. Sin embargo, las pruebas de la eficacia del cannabis medicinal en los adultos mayores siguen siendo escasas.

Aunque el cannabis resulta prometedor para tratar síntomas como el dolor crónico, la enfermedad de Parkinson y las dificultades para conciliar el sueño, faltan pruebas concluyentes. Por ejemplo, aunque puede ayudar a mejorar la calidad de vida en la enfermedad de Parkinson, los estudios sobre su eficacia en el tratamiento de los síntomas motores arrojan resultados dispares. Del mismo modo, aunque algunas pruebas sugieren que el cannabis puede ayudar con los trastornos del sueño, su impacto en el ciclo sueño-vigilia sigue siendo incierto.

Son escasas las investigaciones sobre los posibles efectos terapéuticos del cannabis en los adultos mayores para afecciones como las náuseas, el trastorno de estrés postraumático y la demencia.

Además, su uso en cuidados paliativos requiere una investigación más exhaustiva para extraer conclusiones significativas. Dadas estas lagunas en el conocimiento, se requiere una consideración cautelosa y más investigación para determinar la idoneidad y eficacia del cannabis medicinal en poblaciones de adultos mayores.

Tratamiento del dolor en la tercera edad

El cannabis tiene una larga historia de uso medicinal, que se remonta a miles de años. Sus propiedades terapéuticas se atribuyen a dos cannabinoides principales: el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD). Estos compuestos interactúan con el sistema endocannabinoide, modulando diversas funciones fisiológicas, incluida la percepción del dolor. Las distintas variedades de cannabis contienen proporciones variables de THC y CBD, lo que influye en sus efectos clínicos. Mientras que el THC presenta propiedades psicoactivas, el CBD no es tóxico y puede contrarrestar algunos de los efectos del THC.

El cannabis medicinal, con sus propiedades analgésicas, resulta prometedor para aliviar diversos tipos de dolor, como el dolor neuropático, la artritis y el dolor musculoesquelético.

Dolor neuropático

El dolor neuropático, que a menudo es difícil de controlar con tratamientos convencionales, se produce por daños o disfunciones nerviosas. Las investigaciones sugieren que los cannabinoides, los compuestos activos del cannabis, pueden modular las vías de señalización del dolor en el sistema nervioso, ofreciendo alivio del dolor neuropático. Los estudios han revelado que los medicamentos a base de cannabis pueden aumentar el número de pacientes que experimentan un alivio significativo del dolor, especialmente en las afecciones de dolor neuropático.

Dolor musculoesquelético

El dolor musculoesquelético, que incluye afecciones como la fibromialgia y el dolor de espalda crónico, puede ser persistente y difícil de tratar. El cannabis medicinal ofrece un enfoque alternativo para el tratamiento del dolor musculoesquelético. Los cannabinoides interactúan con el sistema endocannabinoide del organismo, que interviene en la regulación de la percepción del dolor y la inflamación. Al modular este sistema, los tratamientos a base de cannabis pueden aliviar el dolor musculoesquelético y mejorar el confort y la funcionalidad generales.

Artritis

La artritis, una enfermedad crónica común caracterizada por la inflamación y rigidez de las articulaciones, puede ser debilitante y afectar significativamente a la calidad de vida. El cannabis medicinal ha demostrado ser prometedor para reducir la inflamación y el dolor de la artritis. Los cannabinoides poseen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a aliviar el dolor articular y mejorar la movilidad de las personas con artritis. Además, algunos pacientes informan de un alivio subjetivo de los síntomas de la artritis con tratamientos basados en el cannabis.

Aunque los cannabinoides medicinales resultan prometedores para tratar el dolor y otros síntomas en los adultos mayores, las pruebas existentes son limitadas y heterogéneas. Se necesita más investigación de alta calidad para tener una comprensión más profunda de los beneficios y riesgos de la terapia con cannabinoides en pacientes de edad avanzada. Los geriatras deben ser cautos a la hora de considerar el tratamiento con cannabinoides en personas mayores, teniendo en cuenta las características individuales de cada paciente y las posibles interacciones farmacológicas.

Optimizar la salud del sueño: Aprovechar el cannabis medicinal para dormir mejor

El sueño desempeña un papel crucial en el funcionamiento diario, pero muchos adultos tienen dificultades para lograr un descanso adecuado. Trastornos comunes como el insomnio afectan hasta a un 30% de la población y se asocian a diversos resultados negativos, como déficits cognitivos, problemas de salud mental como depresión y ansiedad, y un mayor riesgo de afecciones médicas y mortalidad.

El cannabis se considera a menudo un remedio potencial para los problemas de sueño, aunque los resultados sobre su eficacia son contradictorios. Mientras que el consumo agudo de cannabis puede mejorar inicialmente el sueño, el consumo crónico se ha relacionado con trastornos del sueño. Los cannabinoides como el THC y el CBD son actores clave, y las dosis altas de CBD y bajas de THC resultan prometedoras para la terapia del sueño. Sin embargo, el consumo crónico de concentraciones elevadas de THC o bajas de CBD puede provocar déficits de sueño y desarrollar tolerancia, contrarrestando cualquier efecto positivo.

Los estudios indican que los consumidores diarios de cannabis suelen manifestar síntomas de insomnio y una peor calidad del sueño en comparación con los consumidores intermitentes o los no consumidores. Esto puede verse agravado por la percepción pública del cannabis como una ayuda para dormir, lo que conduce a un mayor consumo y a posibles problemas de sueño y bienestar general a largo plazo.

Los trastornos del sueño coexisten frecuentemente con otras afecciones, como el dolor, en las que el cannabis puede desempeñar una función paliativa como parte de una estrategia de tratamiento integral. Se están realizando esfuerzos para desaconsejar el uso de medicamentos hipnóticos comunes para dormir debido a los resultados adversos asociados, especialmente en adultos mayores.

Aunque los riesgos frente a los beneficios de los productos derivados del cannabis para el tratamiento de los trastornos del sueño están menos claros, potencialmente podrían ofrecer un perfil de riesgos/beneficios más favorable en comparación con la terapia hipnótica crónica. Futuras investigaciones podrían explorar si la combinación de cannabis medicinal con terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-i) resulta en un menor riesgo de eventos adversos en comparación con los hipnóticos solos.

Algunas publicaciones sugieren que el THC puede aliviar los síntomas de las alteraciones del sueño asociadas a la apnea del sueño, un trastorno del sueño prevalente. El cannabis podría considerarse una herramienta de reducción de daños para tratar las alteraciones del sueño en esta población, dado el uso desaconsejado de hipnóticos en individuos con apnea del sueño.

En resumen, como el consumo de cannabis sigue aumentando entre los adultos mayores, se necesita más investigación para determinar la dosis óptima y los métodos de administración para diversos trastornos del sueño, estrategias de tratamiento adaptadas, y las posibles interacciones con los medicamentos concurrentes y comorbilidades. El establecimiento de directrices para el uso del cannabis en el tratamiento de los trastornos del sueño será esencial para mejorar la salud del sueño y la calidad de vida general de los pacientes de edad avanzada.

Desentrañar los beneficios para la salud mental del cannabis medicinal en adultos mayores

Con la legalización del cannabis, tanto con fines medicinales como recreativos, ha aumentado el interés por su impacto en la salud mental, especialmente entre la población de más edad. En Canadá, donde el cannabis ya es legal, las personas mayores recurren cada vez más a él, a menudo por motivos medicinales. Sin embargo, persiste la preocupación por la mayor vulnerabilidad de los adultos mayores a los efectos adversos de las drogas en comparación con los jóvenes.

Para comprender los efectos del cannabis, es esencial entender sus componentes clave. Los principales compuestos objeto de estudio son el Δ9-tetrahidrocannabinol (Δd9-THC), responsable de inducir efectos psicoactivos, y el cannabidiol (CBD), conocido por sus posibles beneficios terapéuticos sin causar psicoactividad. Estos compuestos interactúan con el sistema endocannabinoide del organismo.

Aunque las investigaciones sugieren que el cannabis medicinal puede aliviar los síntomas de afecciones como las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia, la esclerosis múltiple y el glaucoma, su eficacia en trastornos psiquiátricos como el TEPT, la ansiedad y la esquizofrenia sigue siendo incierta. Además, los resultados de los estudios pueden no aplicarse directamente a los adultos mayores debido a los cambios relacionados con la edad en el metabolismo de los fármacos.

Si profundizamos en las asociaciones con la salud mental, los estudios revelan que los adultos mayores que consumen cannabis son más propensos a sufrir trastornos mentales como depresión, ansiedad, trastorno bipolar y pensamientos suicidas en comparación con los no consumidores. Además, los trastornos de personalidad y de consumo de sustancias son más frecuentes en este grupo, y el consumo simultáneo de cannabis y alcohol hace temer efectos agravados.

Al considerar el uso de cannabis medicinal en adultos mayores, el consumo de dosis bajas parece generalmente bien tolerado, con pocos informes de efectos adversos graves. No obstante, se recomienda precaución debido a los raros casos de confusión, alucinaciones y psicosis relacionados con el consumo de cannabis, especialmente entre las personas mayores.

Enfermedades crónicas: El papel del cannabis medicinal

El estudio "Patterns of Medical Cannabis Use Among Older Adults from a Cannabis Dispensary in New York State" reveló que más de una cuarta parte de los pacientes tenían 65 años o más, y más de un tercio tenían entre 50 y 64 años. Estos resultados reflejan cambios sociales más amplios de la última década, que indican un aumento significativo del consumo de cannabis entre los grupos demográficos de más edad, sobre todo en estados como Nueva York, que han aprobado leyes que facilitan el acceso al cannabis.

Aunque el dolor intenso o crónico y los espasmos musculares fueron síntomas comunes que llevaron a la certificación de cannabis en todos los grupos de edad, hubo diferencias notables entre las cohortes de edad en otros aspectos. Los adultos de más edad mostraron una mayor probabilidad de ser pacientes reincidentes, lo que sugiere posibles beneficios continuados o la eficacia de los productos del cannabis, que incitan a repetir las compras. La prevalencia de enfermedades crónicas como el cáncer y la enfermedad de Parkinson entre los pacientes de más edad subraya el potencial paliativo del cannabis para el tratamiento de estas dolencias.

Los adultos de mediana y avanzada edad mostraron una mayor preferencia por el uso de tinturas en comparación con sus homólogos más jóvenes. Esta preferencia puede atribuirse a la reducción del estigma asociado a este método de consumo o a recomendaciones específicas del dispensario o de los profesionales sanitarios. Las consideraciones prácticas, como las dificultades que plantean otros métodos de administración como los cartuchos de vaporización, también pueden contribuir a esta preferencia, especialmente entre los adultos mayores o las personas con limitaciones funcionales.

Además, el estudio arrojó luz sobre los diferentes perfiles de riesgos y beneficios de los cannabinoides clave del cannabis medicinal: el THC y el CBD. Los adultos mayores, potencialmente más sensibles a los efectos intoxicantes del THC, tendían a preferir inicialmente productos con concentraciones más bajas de THC. Sin embargo, a medida que se fueron acostumbrando al cannabis, se observó una inclinación similar hacia dosis más altas de THC con el tiempo, lo que sugiere una posible tendencia hacia un mayor consumo y aumento de la dosis de productos con THC entre los adultos mayores en el futuro.

Consideraciones para las personas mayores: Dosificación y efectos secundarios

Se plantean consideraciones especiales cuando se considera el uso de cannabis medicinal entre los adultos mayores, en particular con respecto a las posibles interacciones medicamentosas, las preocupaciones de asequibilidad, los desafíos en la lectura de las etiquetas de los envases, y la variabilidad de dosificación a través de los estados y dispensarios. Los adultos mayores, especialmente los que no están familiarizados con el cannabis, pueden enfrentarse a un mayor riesgo de administración incorrecta y efectos adversos, lo que requiere una mayor educación y precaución por parte de los profesionales sanitarios. Además, los adultos mayores corren un mayor riesgo de sufrir afecciones como ataques cardíacos por fumar cannabis debido a problemas de salud subyacentes como la enfermedad arterial coronaria. Es posible que el personal de los dispensarios no siempre esté debidamente preparado para atender las necesidades específicas de las personas mayores, lo que puede dar lugar a dosis inadecuadas y reacciones adversas. Para mitigar estos problemas, las dosis iniciales deben ser conservadoras y los pacientes deben aumentarlas gradualmente para minimizar los efectos secundarios. Es fundamental comunicar claramente a los pacientes los posibles efectos secundarios y las limitaciones de la asistencia dispensaria. Además, para los pacientes que dudan en obtener un certificado oficial de cannabis medicinal, el uso recreativo puede ofrecer una alternativa, aunque con costes asociados. A medida que la población envejece, es esencial un enfoque interdisciplinario de la atención para abordar las necesidades y consideraciones específicas de los adultos mayores en relación con el consumo de cannabis medicinal. Los profesionales sanitarios deben mantenerse informados sobre las nuevas pruebas y colaborar para establecer enfoques estandarizados para evaluar las necesidades, garantizar un uso seguro y ofrecer opciones de programas adecuados para los pacientes adultos mayores.

Conclusión

El cannabis medicinal es prometedor para mejorar la salud y el bienestar de los pacientes mayores que se enfrentan a diversas afecciones. Ofrece una alternativa más segura a los analgésicos tradicionales, reduciendo los riesgos de dependencia de los opiáceos y los efectos adversos, al tiempo que alivia la neuropatía y el dolor de la artritis. El cannabis medicinal también tiene potencial para tratar los trastornos del sueño, ya que mejora la calidad del sueño, la función cognitiva y el estado de ánimo.

Además, el cannabis medicinal puede contribuir a la salud mental de las personas mayores aliviando la ansiedad, la depresión y el estrés gracias a sus efectos ansiolíticos y estabilizadores del estado de ánimo, lo que mejora el bienestar emocional y la calidad de vida en general. Además, puede ayudar a tratar enfermedades crónicas como la artritis y la enfermedad de Parkinson, aliviando síntomas como el dolor, la inflamación y las náuseas.

Los profesionales sanitarios deberían considerar el cannabis medicinal como una opción terapéutica viable para las personas mayores, informarse sobre sus beneficios y riesgos, y entablar conversaciones abiertas con los pacientes para tomar decisiones informadas. Es necesario seguir investigando para profundizar en el conocimiento de la eficacia, el perfil de seguridad y el uso óptimo del cannabis medicinal en pacientes de edad avanzada. Los profesionales sanitarios pueden proporcionar una atención compasiva, aliviar el sufrimiento y mejorar la vitalidad aprovechando su potencial terapéutico, ofreciendo la esperanza de un futuro más saludable para las personas mayores.

Fuentes

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